sábado, 24 de mayo de 2014

Capítulo 29: La Llamada

Marcelo me contaba que Iniesta estaba muy mal, lesionado, deprimido, aislado, encerrado en La Torre de San Telmo. Ni su novia, que no sabíamos si seguía siendo su novia, lo iba a visitar. 



Yo la conocía a Vicky, me la había presentado una noche Marcelo, luego de romper con mi novia de toda la vida, cuando todavía era el arquero del futuro, Iraizoz. Era una chica bella, muy bella, como las que frecuentan los VIP en general, pero se notaba que era más inteligente y culta que la media.

Ese día nos quedamos hablando largo rato. Me contó que su familia era Vasca, como yo, hablamos de comida, de música, de costumbres, nos reímos al ver que muchas cosas eran similares de los dos lados del Océano. Me pidió que fichara para River, quería tenerme en su equipo.

Mil veces estuve con una chica en un VIP, hablando, tomando Champagne, pero casi todas fueron iguales, esa fue especial. La charla no era una excusa para tener sexo, y si bien quería besarla, no quería dejar de escucharla.

Luego perdí la titularidad, primero alterné con otro arquero (Saja), luego me enviaron al banco, donde estaba hacía ya algunos años. Vicky pasó de la charla al saludo y luego ni eso. Yo debí conformarme con las promotoras, el genérico de las mujeres bonitas en Argentina. Ya no compraba Cristal sino espumantes nacionales de 300 $.

Mi plan era jugar todo lo que pudiera en Argentina y luego volver a España, retirarme y abrir un Balneario en San Sebastián. Todas las chicas Argentinas siempre me decían que me iban a venir a visitar a San Sebastián. Mujeres, Fiesta, Playa y poco esfuerzo, un sueño más Andaluz que Vasco a decir verdad.

Marcelo me contaba que Iniesta estaba muy solo, ni siquiera se veía con sus compañeros. Los dirigentes le habían dicho que no era necesario que se presentara en el club, que le habían conseguido un complejo Clínico-Deportivo cerca de su casa para que se recuperara, que se tomara su tiempo, que no se apurara.

Me daban ganas de visitarlo, pero también sabía que mi imagen le causaba a Andrés cierto rechazo. Era el tío fracasado, que veía de tanto en tanto, en las fiestas y lo inspiraba a estudiar para no terminar igual. Era todo en lo que él no quería convertirse. Era el espejo que le mostraba el Fantasma de la Navidad Futura y él quería romper.

Marcelo me dio el teléfono “Llamalo vos, me cae bien, pero estoy cansado de que no me atienda”

-o-

Estaba en mi casa, solo, aburrido, deprimido. Sentía, por primera vez, que el Destino ya no dependía de mi, ¿Qué podía hacer para volver a jugar en el primer equipo? No estaba en condiciones de entrenar, ni siquiera de caminar, tenía la pierna inmovilizada.

La Segunda Ronda del Torneo ya estaba promediando, el equipo seguía último y yo no podía hacer nada por ayudarlo. Si me recupera y el técnico decidía darme una nueva oportunidad, recién iba a estar disponible para la últimas fechas, así que aunque River se salvara del descenso, lo que comenzana a ser cada vez más complicado, poco podía hacer para que aquella temporada, mi primera en el fútbol Argentino, no fuera considerada un fracaso.

Vicky me llamaba, cada vez más espaciadamente, pero no para venir a verme, para cuidarme, ni siquiera para preguntarme como estaba, sino para invitarme a eventos, cenas, salidas. Le decía que no podía ir, que me costaba moverme, pero ella insistía y me aconsejaba que no me deprima. Yo le decía que no estaba deprimido, que simplemente era realista, entonces ella me contestaba y al final siempre terminábamos peleando.

Era Miércoles a la tarde. El teléfono comenzó a sonar, ya estaba cansado de atender, siempre era ella y siempre era para peor, pero esta vez no era Vicky, sino mi compatriota Iraizoz que estaba junto a Marcelo y querían venirme a visitar. Casi digo “No” como un acto reflejo, pero después pensé “Que más da”.

La casa era un chiquero, yo hacía 3 días que ni siquiera me lavaba los dientes, pero eran Marcelo e Iraizoz, con ellos no me tenía que preocupar por aparentar. Además, si bien vivían del fútbol, eran de las pocas personas de mi entorno que ni me envidiaban, ni me admiraban, que podían ser sinceras y en las que podía confiar.
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3 comentarios:

  1. Esta bien que Iniesta se distienda un poco si esta lesionado, pero ojala que no cambie sus verdaderos objetivos por una vida pasatista de drogas, alcohol, mujeres fáciles. Iniesta tiene que triunfar, porque Iniesta ya es el Héroe colectivo. Si Jesús en la Biblia le dijo no al Diablo en el desierto, Iniesta debería decirle no al Capitalismo, pero va a ser el gol más difícil de su vida. Perdoneme si me emociono, pero fue una semana muy Patria. Feliz Día!

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    1. Será un Iraizoz? Será un Franchescoli?
      Será un Iniesta...?

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